Hacer fuego es una de las cosas que más disfrutan nuestros hijos y es algo que requiere cierta habilidad según las circunstancias. No puedo jugármela a que no encienda y por eso preparamos estos encendedores infalibles.
Conseguir un fuego es algo sencillo: nos divertimos buscando la madera, cortando las ramas caídas, llevándola luego al lugar donde lo vamos a hacer y por último colocando la madera para encenderla. Los niños lo disfrutan muchísimo, cada paso.
Sin embargo a veces las condiciones no son muy favorables y se puede complicar un poco: puede estar lloviendo, nevando o hacer mucho viento. Contra todo eso nosotros nos hacemos unos encendedores, firestarters, que nos aseguran encender el fuego.
También los llamamos «firestarters» o «cookiestarters» porque tienen forma de galletas: sirven para arrancar el fuego hasta que se mantiene por sí solo. Cuando la madera está seca no hay problema pero con lluvia o con madera mojada cuesta más.
Los firestarters que llevamos están hechos con discos de algodón desmaquillantes y cera de vela y sí, son infalibles.
Es bien sencillo. Te lo explico en unos sencillos pasos.
Lo primero es preparar la cera para derretirla. Nosotros sacamos las raspaduras de la vela con un sencillo pelador y las vamos poniendo en un bol. Si no quieres andar rascando velas también las puedes comprar en bolsitas ya preparadas.
A continuación lo calentamos hasta que están derretidas. Ponemos agua a hervir en un cazo y encima colocamos el bowl.
Solo queda empapar los discos de algodón y dejárlos enfriar. Para eso lo mejor es que utilices papel de hornear: ahí no se pegarán.
A la hora de encenderlos hay que partirlos sin llegar a separarlos para dejar al descubierto parte del algodón.
Unas chispas del pedernal son suficientes para encenderlos y a partir de ahí solo queda encender nuestro fuego.
Son muy sencillos de manipular, los puedes guardar en casi cualquier sitio y además, si se mojan no pasa nada porque el algodón sigue seco ya que la cera hace de protección impermeable.
Estos encendedores son muy fáciles de hacer, muy baratos y además muy entretenidos porque los niños disfrutan tanto haciendolos, en cada paso, como luego haciendo fuegos y viendo cómo con su trabajo anterior consiguen resultados.
Les enseño que esta es la forma de enfrentar una adversidad (en este caso la de encender fuego con lluvia o nieve): con una solución.
